 |
| La concejala de Educación, Yolanda Pizarro, y Rita Martínez, profesora del IES Villa de Valdemoro. |
Nuestra compañera de Matemáticas y jefe del Departamento de Actividades Extraescolares Rita Martínez ha participado en la Semana del Docente del Valdemoro en un coloquio sobre la educación actual. A continuación, dejamos un extracto de su intervención:
MAESTROS DE AYER, DE HOY, DE MAÑANA
Para mí, el maestro de ayer es el maestro de parte de mi niñez. Ese maestro querido y respetado por todos que, junto con el cura, era la persona más letrada e instruida del pueblo. El maestro de esta etapa representaba un rol diferente al de hoy. El maestro de ayer instruye, transmite una serie de conocimientos que el alumno debe repetir con puntos y comas, aunque no comprenda lo que está diciendo. Los alumnos no preguntan, aprenden de memoria. Si el alumno no sabía la lección, era castigado. Este maestro mantenía una disciplina férrea en el aula, donde los alumnos y alumnas estaban separados por sexo.
La relación maestro-alumno es distante. Al alumno le es difícil abordarle para aclarar dudas o bien hacerle alguna pregunta. Este maestro es una persona querida por padres y alumnos. Nadie cuestionaba la labor de este docente, lo que decía iba a misa. Si el alumno llegaba a casa diciendo que el maestro le había dado una torta, su padre le daba dos.
El maestro de hoy no tiene nada que ver con el maestro de ayer. La educación ha evolucionado con la sociedad y esta evolución ha producido cambios en los enfoques que se tenían de la manera de enseñar. Las leyes implantadas en los últimos 40 años son las responsables de estos cambios.
La ley del 70 de Villar Palasí introdujo mejoras significativas en el proceso enseñanza-aprendizaje. Estableció la enseñanza obligatoria de los 6 a los 14 años. Estableció la educación preescolar ( 4 a 6 años ), la EGB, el BUP, la FP, la Educación de Adultos, la Educación Especial, la UNED. Reconoció métodos activos, individuales y creativos de aprendizaje. Introduce el concepto de la evaluación continua y estableció un sistema de becas. Asimismo, dignificó la carrera del maestro a rango universitario.
Pasamos a la Democracia en el 76. La constitución en el 78.
En 1985 se publica la LODE . Esta ley no afecta a la estructura del sistema educativo, seguimos con la EGB. Principalmente desarrolla el artículo 27 de la Constitución. Propone que el alumno reciba la educación que desarrolle su personalidad. Desaparece el cuerpo de directores escolares. Los directores son elegidos por el Consejo Escolar. Establece los conciertos con los centros privados.
En 1990 se publica la LOGSE. Esta ley deroga la ley del 70. Reforma la estructura del sistema educativo e implanta la Educación Primaria, la Educación Secundaria y el Bachillerato de dos años.
Aboga por la enseñanza constructivista, el conocimiento es construido por la persona que aprende y establece la formación permanente del profesorado. Reguló la educación especial para alumnos con necesidades educativas especiales y disminuye la ratio.
Para mí, el maestro de ayer es el maestro de parte de mi niñez. Ese maestro querido y respetado por todos que, junto con el cura, era la persona más letrada e instruida del pueblo. El maestro de esta etapa representaba un rol diferente al de hoy. El maestro de ayer instruye, transmite una serie de conocimientos que el alumno debe repetir con puntos y comas, aunque no comprenda lo que está diciendo. Los alumnos no preguntan, aprenden de memoria. Si el alumno no sabía la lección, era castigado. Este maestro mantenía una disciplina férrea en el aula, donde los alumnos y alumnas estaban separados por sexo.
La relación maestro-alumno es distante. Al alumno le es difícil abordarle para aclarar dudas o bien hacerle alguna pregunta. Este maestro es una persona querida por padres y alumnos. Nadie cuestionaba la labor de este docente, lo que decía iba a misa. Si el alumno llegaba a casa diciendo que el maestro le había dado una torta, su padre le daba dos.
El maestro de hoy no tiene nada que ver con el maestro de ayer. La educación ha evolucionado con la sociedad y esta evolución ha producido cambios en los enfoques que se tenían de la manera de enseñar. Las leyes implantadas en los últimos 40 años son las responsables de estos cambios.
La ley del 70 de Villar Palasí introdujo mejoras significativas en el proceso enseñanza-aprendizaje. Estableció la enseñanza obligatoria de los 6 a los 14 años. Estableció la educación preescolar ( 4 a 6 años ), la EGB, el BUP, la FP, la Educación de Adultos, la Educación Especial, la UNED. Reconoció métodos activos, individuales y creativos de aprendizaje. Introduce el concepto de la evaluación continua y estableció un sistema de becas. Asimismo, dignificó la carrera del maestro a rango universitario.
Pasamos a la Democracia en el 76. La constitución en el 78.
En 1985 se publica la LODE . Esta ley no afecta a la estructura del sistema educativo, seguimos con la EGB. Principalmente desarrolla el artículo 27 de la Constitución. Propone que el alumno reciba la educación que desarrolle su personalidad. Desaparece el cuerpo de directores escolares. Los directores son elegidos por el Consejo Escolar. Establece los conciertos con los centros privados.
En 1990 se publica la LOGSE. Esta ley deroga la ley del 70. Reforma la estructura del sistema educativo e implanta la Educación Primaria, la Educación Secundaria y el Bachillerato de dos años.
Aboga por la enseñanza constructivista, el conocimiento es construido por la persona que aprende y establece la formación permanente del profesorado. Reguló la educación especial para alumnos con necesidades educativas especiales y disminuye la ratio.
 |
| Los distintos participantes en el coloquio. |
En 2004 se publica la LOE. No cambia la estructura de la LOGSE: educación de calidad para todos e introduce la Educación para la Ciudadanía. El maestro de hoy ha sido el motor de todas estas leyes y reformas educativas, las ha puesto en práctica y ha hecho posible el aprendizaje de varias generaciones de alumnos.
El maestro de hoy ha fomentado el logro de aprendizajes significativos, procurando al alumno los materiales y herramientas necesarios para que construya su propio aprendizaje y sea capaz de aplicar los conocimientos adquiridos en la consecución de nuevos conceptos.
El maestro de hoy diseña y gestiona recursos para atender las diferencias individuales de sus alumnos, anima al alumno a trabajar mejorando su autoestima y desarrollando sus capacidades, fomenta la curiosidad intelectual del alumno y le enseña a razonar. El maestro de hoy enseña a trabajar y a estudiar a sus alumnos, fomentando los hábitos de estudio y trabajo, utiliza el error como fuente de aprendizaje, anima a la discusión reflexiva y la crítica constructiva, motiva a los alumnos para que alcancen los objetivos marcados. El maestro de hoy desarrolla actitudes positiva, habilidades sociales y valores, está siempre dispuesto a innovar, a preparar sus clases adaptando su metodología a las diferencias individuales de sus alumnos; está dispuesto a formarse para estar al día en nuevas metodologías y formas de aprendizaje.
Lo que sí les digo es que la relación entre el maestro y alumno es una relación estrecha, personal, cercana. Y afectiva. EL MAESTRO CONOCE A SUS ALUMNOS y sus alumnos le conocen a él. Los alumnos no tienen miedo a preguntarle lo que no entienden. No tienen miedo a acercarse a él para hacerle partícipe de las cosas personales que les ocurren porque el alumno necesita el cariño de su maestro. Y el maestro el cariño y el reconocimiento de sus alumnos. Al cabo de los años, supone una satisfacción enorme encontrarte con algún antiguo alumno que se acerca a ti porque te recuerda con cariño y te da las gracias por... hacer que me gusten las mates.
Los cambios tecnológicos se producen a tal velocidad que requieren de los maestros y profesores un gran esfuerzo de adaptación, actualización y perfeccionamiento permanente. Por eso, el maestro del mañana tiene que estar dispuesto a la innovación tecnológica. Debe poseer una actitud positiva ante la integración de los nuevos medios de comunicación en el proceso enseñanza aprendizaje, seleccionándolos y evaluándolos. Debe estar abierto a todas las posibilidades de comunicación para hacer exitoso el proceso de aprendizaje de sus alumnos, a los que tiene que ayudar a “aprender a aprender” en esta sociedad cambiante.
Si hemos mejorado en educación ha sido gracias al esfuerzo, trabajo y sacrificio de tantos y tantos maestros y profesores.
El maestro de hoy diseña y gestiona recursos para atender las diferencias individuales de sus alumnos, anima al alumno a trabajar mejorando su autoestima y desarrollando sus capacidades, fomenta la curiosidad intelectual del alumno y le enseña a razonar. El maestro de hoy enseña a trabajar y a estudiar a sus alumnos, fomentando los hábitos de estudio y trabajo, utiliza el error como fuente de aprendizaje, anima a la discusión reflexiva y la crítica constructiva, motiva a los alumnos para que alcancen los objetivos marcados. El maestro de hoy desarrolla actitudes positiva, habilidades sociales y valores, está siempre dispuesto a innovar, a preparar sus clases adaptando su metodología a las diferencias individuales de sus alumnos; está dispuesto a formarse para estar al día en nuevas metodologías y formas de aprendizaje.
Lo que sí les digo es que la relación entre el maestro y alumno es una relación estrecha, personal, cercana. Y afectiva. EL MAESTRO CONOCE A SUS ALUMNOS y sus alumnos le conocen a él. Los alumnos no tienen miedo a preguntarle lo que no entienden. No tienen miedo a acercarse a él para hacerle partícipe de las cosas personales que les ocurren porque el alumno necesita el cariño de su maestro. Y el maestro el cariño y el reconocimiento de sus alumnos. Al cabo de los años, supone una satisfacción enorme encontrarte con algún antiguo alumno que se acerca a ti porque te recuerda con cariño y te da las gracias por... hacer que me gusten las mates.
Los cambios tecnológicos se producen a tal velocidad que requieren de los maestros y profesores un gran esfuerzo de adaptación, actualización y perfeccionamiento permanente. Por eso, el maestro del mañana tiene que estar dispuesto a la innovación tecnológica. Debe poseer una actitud positiva ante la integración de los nuevos medios de comunicación en el proceso enseñanza aprendizaje, seleccionándolos y evaluándolos. Debe estar abierto a todas las posibilidades de comunicación para hacer exitoso el proceso de aprendizaje de sus alumnos, a los que tiene que ayudar a “aprender a aprender” en esta sociedad cambiante.
Si hemos mejorado en educación ha sido gracias al esfuerzo, trabajo y sacrificio de tantos y tantos maestros y profesores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario