martes, 30 de junio de 2015

A Rita, nuestra maestra

A continuación reproducimos el emotivo discurso de Antonio Suárez-Bustamante, jefe de Departamento de Matemáticas, con motivo de la jubilación de nuestra compañera Rita Martínez el pasado 26 de junio.
__________________________

Antonio Suárez y Rita Martínez, durante el acto
del pasado día 26 de junio.

Rita, al final no te hemos podido convencer, y mira que lo hemos intentado: Rita no te jubiles, te vas a aburrir, vas a salir perdiendo. Si hasta hemos echado cuentas, pero nada te vas. Haces bien, claro que sí, cualquiera que te conozca sabe que no te vas a aburrir y que lo de salir perdiendo, ni siquiera es relativo, es falso. Aquí el problema lo tenemos el Instituto, y un poco más por cercanía, el departamento de Matemáticas, y no es que te vayas, el problema es que nos dejas.

Al jubilarte, vamos a dejar de aprender de ti:

-Aprender, cuando con los calores de junio y septiembre, obligados a dejar las puertas abiertas para que corra el aire, te escuchamos en la clase de al lado serena, paciente, con la voz firme, pero de madre, o de abuela.

-Aprender, en nuestras reuniones de departamento, a saber escuchar y aportar con mesura tus sugerencias y opiniones.

-Aprender a estar cuando se te necesita, para el Cross, para una excursión, atenta en el Claustro. Siempre atenta, desde el tedioso momento de la lectura de un acta, de lo que puedo dar fe, hasta el pesado momento del recuento de unos votos. Y esto lo hemos comprobado hace un par de meses, nos libraste a todos de repetir una votación.

-Aprender a saber lo que los alumnos necesitan, cómo quieren que se les enseñe.

-Y muchas más cosas que vamos a dejar de aprender.

Aquí te hemos conocido como profesora de Matemáticas, Y yo, que tengo mis manías, me he puesto a pensar cuál sería el número de Rita,
Podría ser el 1. Además de que eres única, el 1 en el alfabeto hebreo, junto con la primera letra, el aleph, simboliza el paso de las tinieblas a la luz. Y a pasar de las tinieblas a la luz has estado ayudando a tus alumnos durante 40 años. Porque también el conocimiento matemático, diversificado en las otras ciencias y en el arte contribuye a ese paso.

El 2 no me gusta para ti, porque aunque es el primer número femenino (los pares para los Pitagóricos eran los números femeninos) y representa la sabiduría en la cábala, para otras simbologías representa el conflicto y el enfrentamiento. Santo Tomás, incluso, lo consideraba un número infame. Así que mejor pasamos del dos.

Del 3, el 5 y el 7 hay mucho escrito, pero no he encontrado nada que te vaya, o que a mí me guste para ti.

Del 4 y el 8 sí, para los Pitagóricos estaban asociados con la armonía y la justicia. Así que, sí que te van, sí.

El 6 también podría ser tu número, es el primero de los números perfectos (sus divisores multiplicados y sumados dan 6). Para los Pitagóricos representaba la estabilidad y el equilibrio.

El 9 también te puede valer, para los hebreos es el símbolo de la verdad (multiplicado por sí mismo, se reproduce a sí mismo).

Todos estos números que te he dicho, ya lo sabes, son racionales, y aunque algunos están bien, yo creo que tú lo que necesitas es uno de esos números que tienen todas las cifras y que no terminan nunca, un irracional.

El número π (3,141592….) nos lo saltamos, no está a tu altura. Está asociado al círculo y a la circunferencia. Si hay algo que no haces tú es andarte con rodeos.

El número e (2,71828….) a mí me encanta, pero para esto no me sirve, empieza por el infame 2.

Este sí que sí, el número Ф (1,61803…), contiene a los anteriores. Es el número de la armonía y de la proporción perfecta, la del Partenón, la del hombre de Vitruvio, la de las tarjetas de crédito. También se le conoce como la proporción divina o el número de oro. El número de oro para una chica de...

Algunos compañeros y compañeras de departamento llevamos muchos años contigo, otros se han incorporado hace poco y otros nos han tenido que dejar, pero todos sabemos cómo eres, todo lo dicho y más. Y no hace falta mucho tiempo para darse cuenta de esto. Hace unos días uno de los últimos en llegar estaba encantado con tu forma de ser, que eras estupenda o algo así me decía, no exageraba.

Muchas gracias, Rita, por todos estos años de compañera y de amiga. Ahora a disfrutar mucho. Esta noche con nosotros, y después, con Gregorio y los tuyos durante mucho tiempo. Rita, aunque te jubiles, por favor, nunca dejes de ser MAESTRA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario